El deseo de toda empresa es conseguir un diseño web efectivo. Que además sea el reflejo de la marca, de su espíritu y de su historia. Eso significa que debemos dedicarle tanta atención a la web como a otros aspectos del negocio, ya que, la imagen que demos a través de nuestra página, definirá la impresión que el usuario tenga de la empresa.
Mucha gente decide diseñar una web por su cuenta, haciendo uso de alguna plantilla gratuita. O bien se opta por recurrir a ofertas baratas, o a amigos de amigos que montan una página en internet por unos pocos euros. Pero una buena web con un diseño efectivo, que además se ajuste a las necesidades y a la imagen de la empresa, requiere muchas horas de trabajo y un equipo profesional de diseño web al cargo. Porque además, conviene realizar una estrategia de marketing que permita plasmar el concepto del proyecto en el mundo virtual con las adaptaciones necesarias para obtener conversiones y aumentar la facturación.
Es decir, un diseño web efectivo es aquel que sirve para darnos a conocer a los usuarios y conseguir que estos quieran seguir en contacto con nosotros. Para ello, la web debe estar realizada por expertos que hayan hecho un estudio previo personalizado y ajustarse a los siguientes requisitos fundamentales.
¿Cómo lograr un diseño web efectivo?
Una carga rápida
Una de las primeras características que ha de tener una web es la velocidad. El usuario busca en Google un servicio o un producto, encuentra una sugerencia que le interesa, pincha y tarda demasiado en cargar. Y “demasiado” pueden ser 3 segundos. Encuestas realizadas a los usuarios hay extraído estos datos hay que tener en cuenta:
- El 52% de los compradores sostiene que la velocidad de carga es un punto importante para que vuelvan a entrar en la página de forma asidua.
- El 47% esperan que una web se cargue en un par de segundos o menos.
- El 40% de los usuarios abandona el sitio si la web tarda más de tres segundos en cargar.
- El 14% se distrae y comienza a hacer su compra en otra web.
De todo esto se concluye que si la velocidad no está optimizada, se corre el riesgo de perder clientes potenciales que ni siquiera esperarán a ver qué tenemos para ofrecerles. Para asegurarnos una velocidad de carga que no de problemas, hay que contratar un buen hosting.
Un diseño web efectivo
El diseño propiamente dicho, el aspecto estético de la web, es lo primero que el usuario valora nada más entrar en una página. La presentación de los contenidos debe estar bien estructurada y resultar atractiva a la vista. Los diseñadores profesionales están al día de las tendencias en el sector para poder crear webs que transmitan una imagen actual y moderna, sin dejar de integrar los elementos que dan personalidad propia al sitio online.
Contenido relevante
En tercer lugar, pasamos a lo que es el alma de una web: su contenido. Realmente es lo más importante, pero para que el usuario esté más receptivo hay que cuidar los dos puntos anteriores, que son como los peldaños previos, antes de llegar a la casa virtual. Hay que asumir que, si la velocidad de carga es genial, el diseño es exquisito, pero los contenidos no son relevantes, están mal redactados, contienen faltas de ortografía o, en general, no están cuidados, habremos perdido a ese visitante para siempre. Debemos ofrecer contenidos originales e interesantes y bien presentados, sin olvidarnos de ilustrarlos con buenas imágenes, mucho mejor si son propias.
Navegación intuitiva
Otro punto importantísimo es que la navegación sea lo más sencilla posible. Un diseño web eficaz es aquel que permite al usuario encontrar rápidamente aquello que está buscando. Todas las secciones deben estar claramente presentadas, pensando siempre que los usuarios no desean perder ni un segundo buscando la pestaña de contacto o la galería de fotos de un producto. Si se trata de una tienda online, el proceso de compra debe resolverse en el menor número de pasos. Cuantos menos clicks tenga que hacer el cliente, más funcional será nuestra web y mejor resultará la experiencia de usuario.
Diseño responsive / adaptativo
Más de la mitad de las consultas en internet se hacen a través del smartphone, por lo que esta característica también es fundamental en cualquier diseño web. El diseño responsive y el adaptativo, permite que la web se adapte a las dimensiones de los distintos dispositivos que se utilizan para la navegación web como móviles o tablets. No solo es importante para no perder posibles clientes, también se trata de una cuestión de SEO. Desde hace ya unos años, Google “castiga” a aquellas webs que no están diseñadas para ser consultada desde dispositivos distintos al PC.
Estos son solo algunos puntos importantes para conseguir una página web atractiva, interesante y amigable, pero cada proyecto debe ser estudiado de forma individual. Por supuesto, una vez lanzada la web, conviene testearla asiduamente para comprobar como responden los usuarios, descubrir posibles fallos y aplicar los cambios necesarios para que sea perfectamente eficiente y rentable.